ACTIVIDAD LITERARIA

UN CUENTO PARA SOÑAR

LA MASCOTA DE JULIANA

Mi amiga Juliana tiene una mascota especial.

Se trata de Jocoso, un pez muy hermoso, que vive en un castillo de cristal: un acuario decorado con plantas, piedrecillas, caracoles rosados y un vistoso cofre dorado. 

Cada mañana, juliana alimenta a Jocoso; su cariño le regala con jueguitos y alborotos.Y se va para el Colegio orgullosa de su pez, pensando que en la tarde volverá a jugar con él.

Jocoso nada ágilmente por aquí y por allá; sube, baja, da mil vueltas, se esconde y reaparece ya.

Hace burbujas y juega… ¡Glup, glup!¡Estas lindas burbujitas son para ti, Julianita! ¡No me vayas a olvidar!

Mas … el lunes en la mañana…¡Juliana no ve a Jocoso nadar! ¡Algo raro ha sucedido! ¿Dónde estás? ¿Hoy no saludas? ¿Dónde te has escondido?

De pronto, Juliana grita:

¡Mami, mamita! ¡Jocoso se siente mal! ¡Está quieto, no se mueve, boca arriba

 flota ya! ¡Por favor, mamita, llama al médico enseguida! ¿Será indigestión? ¿Tendrá alguna herida?

Mamá le da un abrazo y la tranquiliza, mientras se acerca al acuario a toda prisa.

Con lágrimas y sollozos, Juliana se va a estudiar. Sin embargo, confía en que Jocoso va a sanar.

¡Ojalá mejore pronto! ¡Ojalá se alivie ya!... Porque sería muy triste no tener con quién jugar.

Al regresar del Colegio… ¡Su pez ha sanado ya! Juliana entusiasmada, ha dejado de llorar.Y como todos los días, Jocoso hace su función y entre saltos y burbujas demuestra gran emoción.

El travieso pececito nunca enfermó en realidad. Solamente fue una broma que a su amiga quiso dar.

¿Qué tal?

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